para adornar el salón,
"!Ay! no me cortes amigo
que hieres mi corazón".
No te esfuerces en hablarme,
pues no te voy a escuchar.
“No me lastimes te pido,
Primero aprende a amar
a las flores que perfuman
aquel tu bendito hogar”.
Eso es verdad florcita,
yo no te voy a cortar.
“Piensa niño y medita
en lo que voy a decir:
yo luzco todas mis galas
en la rama, en el jardín,
y mi perfume en la sala
celeste, hasta el confín
lleva mensaje de gloria,
de amor, dicha y paz.
Deja que muera serena
libre al viento, bajo el sol
y no cerrada en la pena
de un florero de cristal”.
Autor: Fernando Saltos
* Poema que fue seleccionado para la publicación en la revista estudiantil del colegio.